6 de agosto de 2017

El Periodismo en la Encrucijada

Por Alejandro Santana

Aunque a muchos torpederos se les antoje negarlo, el ejercicio del periodismo es un asunto muy serio, tan serio como debe ser de responsable un médico en un quirófano.

Pero el ejercicio del periodismo se ve entrampado en los diferentes segmentos poblacionales, el pueblo quiere y reclama un ejercicio independiente, pero que dé a conocer sus necesidades, reales o no.

La oposición quiere un periodismo que difunda sus quejas, razonables o no, mientras que los del poder necesitan a un periodismo vinculado a sus ejecutorias, que se las difunda, mentiras o verdades.

Frente a ese esquema de situaciones, el ejercicio del periodismo en nuestro país se ve entrampado, pero ese ejercicio merece ser creíble, honesto, imparcial y coherente.

Al periodista todos lo quieren usar a su antojo y acomodo, esa es una realidad que es fácil comprobar, todos necesitan a un periodista para que les difunda  sus pretensiones, puntos de vista y hasta las verdades extremas de grupos.

Recuerdo que en las aulas, Lipe Collado insistía en la verificación de las fuentes por confiables que sean, insistía el maestro Lipe, "no se conformen con lo que  su fuente les informe. Vayan más lejos, verifiquen".

Y lo hacía bajo el alegato de que la fuente puede ser parcializada, mal intencionada, o deseosa de hacer echar a correr lo que le interese en un momento dado.

Lipe Collado, un brillante periodista, que siempre supo jugar con despertar el interés en un tema, supo explotarlo, difundirlo, y lo hacía con destreza, sin dejarse usar por personeros interesados.

Recuerdo que a raíz del desembarco de Playa Caracoles, el vespertino La Noticia lo envió al escenario del desembarco, produjo buenos reportajes sobre los acontecimientos acaecidos en el lugar, pero también supo jugar con el morbo.

Una de sus crónicas desde el lugar de los hechos, indicaba como titular la muerte de un hombre en Playa Caracoles, una nota de interés: "En Playa Caracoles, escenario del desembarco de Caamaño, matan hombre".

La nota calzada con su firma, destacaba un hecho que nada tenía que ver con el desembarco, aunque se había producido en el lugar donde este había ocurrido.

"Por Lipe Collado:-
En  Playa Caracoles, escenario del desembarco de Caamaño Deñó, un hombre fue ultimado de varias estocadas en una barra donde compartía tragos con una meretriz".

Fulano de tal, tantos años, recibió varias estocadas de parte de la meretriz, fulana, con quien compartía tragos en la barra el Clavelito Rosado.

El informe policial indica que  el incidente de sangre se debió a que el muerto se negó a pagar el dinero que la meretriz reclamaba por haberlo acompañado durante varias horas.

Lo relevante para la fecha era que se estaba en el escenario de un desembarco de guerrilleros y que el pueblo estaba deseoso de informaciones  provenientes del escenario, Playa Caracoles.

Supo usar un titular atrayente desde un escenario donde había una situación de guerra.

Eso no pasó en San Francisco de Macorís, desde donde se difundieron al mundo imágenes de despliegue militar, de armas, de vehículos de guerra, de soldados  camuflados y apertrechados.

En momentos en que en esa Provincia había una huelga y que ya había ocurrido un muerto y varios heridos, pero que las imágines eran falsas y que le llegaron a un periódico de una fuente para ellos de "entero crédito" y que esa fuente a su vez, las había recibido de una supuesta fuente de "entero crédito".

Es ahí donde el ejercicio honesto y coherente del periodismo se pone a prueba, y es ahí donde el maestro Lipe Collado insistía, ¿qué tan confiable es tu fuente?, agregando, "tu fuente no es mi fuente" Y para llegar a serlo debo contactarla para que sea "mi fuente".

El periódico Hoy, un medio responsable donde laboran periodistas respetables, honestos y confiables, se dejó manipular por quienes pretendieron difundir una falacia disfrazada de signos de veracidad que resultó no ser.

Imágenes diversas, fotos aparentemente tomadas en un escenario donde se habla de la existencia de una situación de guerra si se quiere, pero de una verdad manipulada por los mismos sectores que quieren a un periodismo que difunda lo que les interesa.

Es ahí donde el periodista debe cuidarse, donde el periódico juega su papel de informar con veracidad, contactando las fuentes para no salir a desmentir y pedir perdón por un tremendo error informativo, manipulado por sectores interesados.

Claro que pedir perdón no es un pecado, es hasta un acto de valentía, teniendo presente que muchos periodistas prefieren que les llegue la muerte, antes que desmentir una información.

Que el editorial del Periódico Hoy, de fecha 5 de agosto del 2017, nos sirva a todos los periodista como una de las mejores razones para verificar siempre la fuente de un corresponsal o un aliado en materia de información, porque todos los sectores pretenden tener periodistas que les difundan lo que a ellos interesa en un momento dado.


Hay que cuidarse, de los ciudadanos, de los políticos opositores, del poder y hasta de los que, no perteneciendo a ningún sector de interés, nos quieran usar para sus fines, porque serio debe ser el periodista, el medio y las notas que se sirven, es decir, debemos tener la habilidad de salir del laberinto en que nos quieren entrampar sectores manipuladores, pescadores en río revuelto.

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