11 de agosto de 2017

A PROPÓSITO DEL DESARROLLO

Desarrollo Ecoturístico para Barahona y la Región (3)

Por Rafael Matos Féliz

La propuesta ecoturística referida en las entregas anteriores, actualmente está siendo desarrollada mínimamente con la infraestructura hotelera existente en estos momentos en la región; pero al mismo tiempo, se propone y se ve con buenos ojos, la construcción de nuevas instalaciones. Dando énfasis en el tipo de turismo que se desea comercializar dentro de las diversas y variadas ofertas.

Con relación al turismo de naturaleza, y con más detalle, al ecoturismo, se requiere que los servicios para este tipo de turismo, sean de muy alta calidad, personalizados y con buenos estándares de excelencia. El turista de naturaleza es muy exigente y busca que sus expectativas sobre lo natural se cumplan totalmente. Es de ahí, que los operadores de este tipo de oferta, demuestren un respeto por el ambiente y por las comunidades.

El turista que busca naturaleza no quiere ver abusos ni explotación contra la gente ni con los recursos naturales. No quiere bullas ni cherchas en los lugares donde elige para su estadía. Esta exigencia del visitante le lleva a pagar muy buenos niveles del servicio. Conocemos que un turista de naturaleza gasta 4 veces más de lo que gasta uno de turismo masivo. Es por ello que el turismo de naturaleza se realiza en grupos pequeños o medianos. Nunca es un turismo masivo. Solo cuando el grupo completo, o casi completo, desea una actividad recreacional en las noches, el operador se la debe ofrecer.

Los visitantes que buscan naturaleza vienen por un fin de semana o por una semana y muchas veces vienen con sus familias o grupos de trabajo o de amigos. Quieren hacer caminatas, cabalgatas, montar bicicletas (mountain bike), investigar, observar aves, etc. En las noches, cenan y hacen tertulias de bajo impacto, donde están instalados.

El turista de sol y playa no está preocupado por la naturaleza en sí. Quiere disfrutar del ocio, del mar, de las comidas y en las noches quiere bailar, bullas, discotecas, bebidas, etc., etc. En estos casos, los operadores pueden ofrecer estos tipos de eventos en las propias instalaciones o en la cercanía de las mismas. Es necesario que estas cosas queden claro desde el principio.

Por lo tanto, es necesario que los operadores sepan de antemano, en cuál oferta se van a embarcar. Creemos también que se hace necesario que el visitante defina con anterioridad y elija la oferta que se adecúe a sus necesidades. Hemos visto, en el caso de turistas nacionales, que buscan dizque naturaleza, pero en las noches quieren cherchas, ir a beber, bailar, y si el hotel no se la ofrece, por sus características, entonces le hacen críticas. No es lo mismo el turismo de naturaleza que el turismo masivo.

En nuestra provincia y región, se tienen las mejores condiciones para ofertar un turismo de naturaleza (y ecoturismo), pero se puede ofertar otro tipo de turismo, cuidando que no se abuse de los recursos naturales ni se explote, laboral ni sexualmente, a menores o adultos. El Código Ético Mundial para el Turismo, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2001, plantea que las actividades turísticas se organizarán en armonía con las peculiaridades y tradiciones de las regiones y países receptores, y con respeto a sus leyes y costumbres.

Indica además, que la explotación de seres humanos, en cualquiera de sus formas, especialmente la sexual, y en particular cuando afecta a los niños, vulnera los objetivos fundamentales del turismo y constituye una negación de su esencia. Y en este caso se está frente a violaciones y abusos infantiles. El turismo de naturaleza y el ecoturismo, se reconocen como formas de turismo particularmente enriquecedoras y valorizadoras, siempre que respeten el patrimonio natural y la población local y se ajusten a la capacidad de ocupación de los lugares turísticos.

No quisiéramos ver que “el desarrollo turístico” nos deje como secuelas, mayor cantidad de niñas madres, con hijos que no saben quién es su padre, no quisiéramos ver que al lado de la majestuosidad de las infraestructuras hoteleras existan comunidades en la más abyecta miseria y exclusión, no quisiéramos ver un crecimiento económico versus un crecimiento de la pobreza. 

Esperamos que estas preocupaciones no sean molestias para los que creen que por un desarrollo a ultranza, se puede violentar todo.

Es de ahí que las ofertas de las instalaciones hoteleras aclaren todo lo concerniente a sus servicios. Indiquen, si es de naturaleza, cuales actividades realizan durante el día y durante la noche. Que no busquen turismo masivo si ofrecen naturaleza. Lo mismo para el turismo masivo, que no ofrezca servicios personalizados y de calidad, pues esos no son los estándares para este caso. Se refieren más a la diversión.

Continuamos en otra ocasión.

Rafael Matos Féliz

Por el Desarrollo Sostenible

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