30 de marzo de 2017

El Gran Soberano a Cuco Valoy

Por Nélsido Herasme
La población dominicana, más que satisfecha, debe sentirse identificada con la entrega del “Gran Soberano”, máximo galardón que la Asociación de Cronistas de Artes (Acroarte) ha hecho a don Cuco Valoy, en franco reconocimiento a su larga y prolífica trayectoria musical.
Con el premio a este noble artista, celebramos también los 52 años del son en la República Dominicana, al que don Cuco y su hermano Martín Valoy, le abrieron el apetito y las puertas de par en par a este ritmo, que como parte de la cultura popular, es de todo aquel que le corre sangre latina por las venas, muy propio de nuestra zona caribeña.
Soy de los que entiende que no hay tiempo ni espacio para discutir dónde nació el son, como contagioso y melodioso género musical, aunque sí hay que destacar que el etnólogo y antropólogo de Cuba, Fernando Ortiz, investigó y demostró que este es hijo natural del Oriente, donde se encuentran la Sierra Maestra y la ciudad de Santiago, y que luego fue transportado a La Habana.
Resultado de imagen para cuco valoy 2014Este cientista, también consideró como el primer son conocido a “Ma Teodora”, escrito hacia 1560 por las hermanas Micaela y Teodora Ginés, dos negras libertas originarias del Santiago de República Dominicana
En el año 2015, el son cumplió 50 años, y Cuco, Martín y el grupo sonero “Los Ahijados”, fueron quienes pusieron a los dominicanos en ambiente, cuando en plena Revolución de Abril de 1965, con “Las Páginas Gloriosas”, tema de conciencia libertaria, levantaron la moral de los dominicanos ante las botas del invasor extranjero.
Fue para  esa fecha que le propusimos públicamente a los clubes nacionales soneros, que en los cincuenta años de este ritmo, procedamos a rendir un merecido tributo a don Cuco, a su hermano Martín y a los Ahijados. 
Tal y como lo hacía en los escenarios soneros nacionales y extranjeros, el ícono del baile José María Guerrero Encarnación (Bonyé), con su inseparable pareja Inocencia Paredes (Chencha), el son es para bailarlo y dibujar con los pies sobre la tierra.
Hay que decir, que el son dominicano sigue escribiendo hermosas páginas para la historia, porque más gente se junta a disfrutarlo, por lo tanto en la escena sonera no hay distingo. Profesionales, políticos, militares y extranjeros, obreros y amas de casa, al escuchar el son, se levantan a buscar su pareja.
El son, más que un baile de lujo de la República Dominicana, es un estilo de vida.  
El, como todo un caballero, vestidos  de blanco, con sus pantalones sostenidos  por  breteles y su sombrero de alas anchas, y ella, en tacos y su vestido brillante cubriendo sus rodillas, forman el binomio perfecto en el escenario sonero.
Con las pérdidas irreparables hace un tiempo, de Fernando Echavarría, Manolo Minaya, Santiago Cerón, Bartolo Chalas (Bartolito) y el Songo Francis Santana, el son recibió bajas sensibles, pero la fiesta sonera continúa.  

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