26 de febrero de 2017

EXPRESIONES

Punta Catalina
Por Tomás Aquino Méndez
Punta CatalinaFuera de apasionamiento y politiquería. Dejando atrás el servilismo de algunos protestantes puestos al servicio del “grupito” de dominicanos que se beneficia del desorden energético, me inscribo entre los que demandan la terminación de Punta Catalina. Es tiempo de que este mal, que arrastramos desde hace décadas, sea enfrentado con responsabilidad.
Claro, hay quienes ven peligrar “la mina” de donde extraen sus millones cada mes y por eso se oponen a capa y espada al proyecto.
No escatiman esfuerzos ni recursos para incentivar movimientos de rechazo a Punta Catalina. Entendemos su nerviosismo.
Está en juego dejar de percibir muchos millones provenientes del desorden energético.
Aunque lo primero, si son buenos dominicanos, debería ser buscar solución a un mal que nos afecta a todos. Entiendo a esos empresarios que defienden “su empresa” de la que extraen su fortuna. A quienes no logro entender es a esos “líderes” que quieren asumir el control del Estado dizque para “gobernar a favor de todos”, pero se adhieren a esa minoría que quiere que sigamos siendo castigados por un servicio energético inservible.
Puede que en este momento eso le suba unos puntos en la simpatía popular a quienes se pronuncian contra Odebrecht por el escándalo que la envuelve, pero a largo plazo, cuando se valore en su justa dimensión el significado de la solución a este drama energético, las cosas pueden revertirse.
Quiero dejar claro que una cosa es defender la terminación de Punta Catalina por lo que significa para la tranquilidad de los dominicanos y otra es el proceso de investigación a los ejecutivos de esa empresa.
Sacar de circulación las obsoletas plantas que cumplieron su misión, acabar los apagones y reducir los subsidios, será un gran alivio para el país, aunque golpeará los bolsillos de unos pocos. Que se investigue todo sobre esa compañía, pero que no se detenga Punta Catalina. Que se castigue a sobornados y sobornadores, perfecto, pero que Punta Catalina siga adelante.
Insisto y aclaro, no soy defensor de Odebrecht ni de sus ejecutivos.
No conozco, ni a los de aquí ni a los de allá. Muy pronto se conocerá el informe de la comisión creada por el Poder Ejecutivo sobre ese proyecto. Ignoro su contenido, pero confío que en ningún caso incluya paralizar Punta Catalina. Que hurguen donde sea, que pidan aclaraciones, que incluyan sanciones si es preciso, pero que Punta Catalina siga adelante y que en el 2018 comencemos a ver la luz de la claridad en el túnel oscuro de la maraña energética.
El gobierno de Danilo Medina tiene el compromiso de dejar, si no resuelto en su totalidad, muy encaminada la solución definitiva de ese drama. Confiamos que así será.
Para que se le ponga fin a tantos subsidios y tantos apagones.
Sabemos que con ello también se reducirán los grandes beneficios a un pequeño grupo que ha mantenido al estado amarradodo a sus intereses y al pueblo en una oscuridad eterna. Por eso pagan, saltan y patalean.

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