Hay dos libros aleccionadores para la gente que llega a la Presidencia, para que nos les pase la ridiculez de Morales Languasco que, sin idea de qué eran las funciones de Estado, inventó darse un auto golpe de Estado, en la acción se rompió una pierna y terminó vendiendo viandas en un pequeño mercado en una islita del Caribe.
*Esos libros son “Las parábolas” del conde Tolstoi (uno de los escritores más celebrado en vida), y “Patronio o el conde Lucanor”, del Infante Juan
Manuel, nieto de Alfonso X. Tolstoi, narra algo que, al que tiene juicio, le anula la vanidad: el zar de todas las Rusias cae gravemente enfermo. Mandan a buscar, en ese reino inmenso, a todos los sabios, pero no encuentran el origen del mal. Hasta que un viejito dijo: “Sufre de vanidad; el remedio es ponerle la camisa del más feliz del reino. La caballería partió rauda, y ya agotados oyeron en un daca desvencijada que alguien dijo. “¡Qué feliz soy, después de comerme esta patata!”. Entró la soldadesca tumbando la puerta: “¡Es a usted que buscamos;Vístase!”. –“¡Yo no tengo camisa!”, respondió.-
1.- QUE DECÍA JUAN BOSCH, que era un Presidente: “El Doctor Segundo Armando González Tamayo y yo acabamos de jurar que desde nuestros cargos de Vicepresidente y Presidente de la República cumpliremos y haremos cumplir la Constitución y las leyes que nos gobiernan; y decimos con propiedad que nos ‘gobiernan’, porque en una democracia no debe haber más gobierno que el de las leyes, y los hombres, cualesquiera que sean sus posiciones, están llamados a ser sólo ejecutores de esas leyes.
Ahora bien, al mismo tiempo que ejecutores de las leyes, nos toca ser representantes y defensores del pueblo; y en nombre de ese pueblo que está aquí, frente a nosotros, y también mucho más lejos, en ciudades y en villorrios apartados, solicitamos del Congreso Nacional, las leyes indispensables para afirmar en este país, no solo la democracia política, sino también la democracia económica y la justicia social. De ustedes, senadores y diputados elegidos por el pueblo, sean del partido que sean, el gobierno que se inicia hoy espera de un trabajo continuo para darle a los dominicanos impuesto bajo el sol entre los países avanzados de América.
América nos observa con interés y con amor, como lo atestigua la presencia en este acto de gobernantes del hemisferio y de visitantes distinguidos, venidos de todos los confines americanos. Nunca antes se habían reunido en República Dominicana tantos hombres ilustres elegidos por sus pueblos.
Como país americano, nos hallamos en el centro de la gran corriente revolucionaria que está sacudiendo al Nuevo Mundo, y si tomamos en cuenta que esa fuerza poderosa es más potente en países que no pudieron desarrollarse a tiempo, debido que se lo impidieron las tiranías u otras fuerzas sociales, negadas al progreso, debemos admitir que en RD., estamos obligados a avanzar de prisa como sea posible hacerlo, sin salirnos en momento alguno de las normas democráticas, las cuales exigen que se respete el derecho ajeno.
Nosotros queremos la paz política, por eso ofrecimos puestos a 5 partidos políticos. Cuatro se han negado, pero el país debe saber que no quisimos hacer un gobierno sólo con el partido que ganó el 20 de diciembre.
El mundo que vivimos parece estar lleno de soberbia y de odios; pero cuando entramos en él con la mirada limpia del que no tiene amarguras, hallamos que millones de millones de personas trabajan en silencio por un mañana mejor. Nosotros los dominicanos, debemos unirnos a esa legión de hombres y mujeres que marchan hacia el porvenir, porque si a la criatura de Dios no le fue dada esa facultad de rehacer el pasado, le fue dada en cambio la de forjar su porvenir”. Negritas (El que haya oído a los peledeístas hablar así, gracias. Los que no actúan así, no son boschistas, y se los digo yo, nada se ha perdido, las raíces de Bosch están sembradas con acero. ¡Es indestructible! ¡No le paren!)
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