26 de diciembre de 2016

LECTURAS Y VIVENCIAS DE CARLOS DARÍO (Lunes 26 de diciembre, 2016)

Historias de las Ideas Políticas III

Orígenes de la Filosofía. Mito y Cosmogonías prefisolóficas

Por Carlos Darío Sousa S.*

Resultado de imagen para manual de historia de la filosofia, herderEn toda lección introductoria al pensamiento antiguo, es obligado abordar la difícil cuestión de los orígenes de la filosofía. Como no podemos fijar unos límites temporales precisos en sus comienzos, ni siquiera en su final,  la mayoría de los manuales sitúan el nacimiento de la filosofía con los pensadores llamados “presocráticos”, que J. Fischl llama “preática” (Manual de historia de la filosofía”, Herder 1997). Concretamente en la figura de Tales (de la ciudad griega de Mileto) en torno al siglo VI a. C., y el final del período de la filosofía que comúnmente conocemos como antigua o pensamiento clásico, se suele fijar en torno al siglo VI a. de C, con la figura de Ancio Manlio Torcuato Severino Boecio, filósofo que cerraría la época llamada genéricamente Antigua.

Este tema lo dedicamos a apuntar brevemente los orígenes de la filosofía, un pensamiento que aconteció en la Grecia arcaica como primera reflexión presistemática anterior a lo que comúnmente se ha dado en llamar “paso del mito al logos”. (Rafael Arrillaga Torren, habla de “Orígenes mito-poéticos”. La filosofía griega, Rev. De Occidente 1978). Pero este paso no debe tomarse al pié de la letra como un abandono absoluto y definitivo de una forma mítica primitiva de pensar, por otra totalmente racional y moderna, en un momento determinado de la historia, es decir, un paso ciertamente muy importante pero no anulador de todo lo anterior, porque  entre otras razones, ambas formas perdurarán influyéndose juntas a través de los siglos, como veremos a lo largo de la historia del pensamiento universal hasta nuestros días.

En primer lugar, reparamos en que los mitos de la antigüedad griega son cosmogonías o sobre el origen de los dioses,  formas arcaicas de explicación del comienzo de todo y, por tanto, forman lo que podemos llamar la parte embrionaria de la filosofía. Para comprender bien esto, necesitamos acercarnos, aunque sea brevemente también, a las principales cosmogonías prefilosóficas griegas, como las epopeyas teogónicas  (Teorías sobre el origen  del universo. Nacimiento del mundo, relato mítico), contadas por Homero, o las teogonías (Origen de los dioses) de Hesíodo, Epiménides (filósofo y poeta que vivió en el siglo VI a. n.e. Se dice de él que durmió durante cincuenta y siete años en una cueva cretense, bendecida por Zeus, y que cuando despertó. estaba dotado con virtud de poder profetizar lo que iba a ocurrir)  del poeta Museo, o las teogonías  órficas (relativo a Orfeo, maestro de los encantamientos), y en ellas veremos cómo estos primitivos  autores se plantearon ya de forma original, el problema del principio o de lo primero en surgir antes de todo (proton), es decir, lo primerísimo o elemento primordial, que después se llamará arkhé por los presocráticos. 

En Hesiodo, encontramos que ese proton será el caos.  En Alcmeón, la materia indiferenciada, sostenía que el cuerpo humano está cruzado por poros pequeñísimos, capaces de percibir los efluvios del mundo. Con Empiménides, asociamos la teoría del “Huevo cosmogónico” (simbólicamente comienzo de algún tipo). En la teogonía de Museo, se habla de tres principios originales: Noche, Tártaro y Aer. Noche, colocada dentro de las corrientes Órficas, que ponía la noche como la más importante de las divinidades. El Tártaro Museo, hace surgir todas las cosas y al final deben volver a él. Aer, es el tercer elemento, relacionado con la oscuridad, y situado en el cielo, en una parte de la sub-tierra, entre el cielo y la tierra. En la teogonía órfica, con la cual normalmente se relaciona a Museo, se utilizarán metáforas originarias, como el que Sol es un falo que engendra la vida. Todas estas cosmogonías serán tan importantes para la posteridad, porque configuran el ambiente “espiritual” que verá nacer la filosofía en Grecia.

Con esto, queremos decir que existe un proceso evolutivo del pensamiento humano difícil de calibrar, que se remonta por lo menos algunos milenios más atrás, del cual  no sabemos casi nada, y que todo intento de presentar la historia del Pensamiento debe comenzar con la observación, porque sólo la perspectiva de un diminuto trozo de la evolución del género humano, puesta en comparación con la historia de la vida sobre la tierra y ésta dentro de la evolución de nuestro planeta y de nuestro universo entero.

*El autor es catedrático universitario.-

Bibliografía:
1.-José Luis Cañas y Juana Sánchez-Gey: Op. Cit
2.-Johan Fischl. Op Cit.
3.-Rafael Arriallaga T. Op. Cit
4.-Roxana Beatriz Martínez Nieto. La teogonía de Museo: fragmentos inéditos e intento de reconstrucción. Tomado de su página de Internet                                                                                     

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