22 de octubre de 2016

El Uso de Suplementos Naturales: Muchas Mentiras y Pocas Verdades.

Por Dr. Eliscer Guzman
Eliscer Guzman MedicoNew York.-Cuando nos referimos a suplementos "naturales", hablamos de botánicos, tés, vitaminas y minerales, prebióticos y los súper populares productos de proteínas, ya sea en preparaciones líquidas o preparaciones en polvo.
Creo que algunas informaciones históricas serán beneficiosas revisarlas, para entender las complejidades detrás del negocio billonario de las ventas interminables de estos suplementos. 
Ya para el 1980, 36% de los hombres y 48% de las mujeres en EEUU, usaban suplementos "naturales" rutinariamente, pero no fue hasta el paso del acta de educación y salud sobre los suplementos dietéticos en 1994, creada en inicio para aumentar el control en la producción y ventas de suplementos que, paradójicamente, el consumo y la producción se multiplico extraordinariamente. 
La razón tiene que ver con que esta regulación solo remueve del mercado los suplementos que son reportados como dañinos, pero no se reportan si no son efectivos. En otras palabras, si no sirven para nada. Lamentablemente los daños que se reportan después de haberlos usados por mucho tiempo, son raros.
Consumidores no reportan los efectos secundarios, porque no saben dónde hacerlo o les da vergüenza admitirlo, o simplemente no aceptan que el daño pueda venir de un producto "natural". 
He aquí algunos efectos dañinos de estos suplementos: primero, comenzando con los súper populares, pero que no sirven para nada: el uso de multivitaminas y minerales para la prevención del cáncer (no importa el tipo), el uso de multivitaminas para prevenir enfermedades cardiacas, uso de vitamina E para la prevención de cáncer de próstata, el uso de varios suplementos para prevenir demencia e infecciones virales. El uso de beta caroteno para prevenir cáncer de pulmón, que por el contrario, aumenta el riesgo de cáncer en fumadores.
La ineficacia del uso de selenium con o sin vitamina E para prevenir el cáncer de próstata. La publicación del estudio GAIT (marcha) en el 2006, que demostró que la combinación de condroitina y glucosamina no servía para la artritis y podría aumentar el riesgo de azúcar en la sangre. 
Otros suplementos que podrían ser útiles pero que frecuentemente se usan en dosis inadecuadas, son el omega 3, vitamina D y prebióticos, que en su gran mayoría tienen efectos placebos (no hacen nada).
Quiero terminar diciéndoles que el NIH (Instituto Nacional de Salud), se ha gastado más de 300 billones en investigación de alta calidad para demostrar la utilidad o la ineficacia, y a veces daño, de estos suplementos. A pesar de estos estudios y la evidencia científica de una institución con tanto prestigio, el uso de estos suplementos sigue en aumento o rápidamente es sustituido por otros. 
¿La razón?

El negocio de los suplementos es una industria de 250-300 billones al año para los productores y solo gastan una décima parte en promociones y publicidades tan atractivas como falsas, exhibidas en los programas más vistos de la TV por las poblaciones más carentes de conocimientos y que fácilmente caen victimizadas por estos anuncios falsos y repletos de mentiras. Nosotros, en el corazón de la medicina, seguiremos educando y desenmascarando a estos falsos profetas, con ánimo de salvaguardar la salud y la educación de nuestra comunidad.

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