Extracción de Sílice de Cortico
Por Rafael Matos Féliz
Como esta región es y
ha sido la más empobrecida del país, casi todos los funcionarios y los
empresarios, aliados al gran capital, han encontrado las mil maneras y formas
para presentar proyectos de “desarrollo”, que según nos dicen, nos sacarán de la
pobreza y cambiarán de una vez y por siempre, nuestras precarias condiciones de
vida.
La empresa
concesionaria de la explotación minera es la empresa Industrias Zanzíbar, S.A.,
subsidiaria de la Licorera Bermúdez. La concesión cubre unas 3,500 tareas en la
zona de Cortico y el objetivo de la misma es extraer la sílice de las montañas
de allí, para la fabricación de las botellas de vidrio que la casa licorera usa
para el envasado de sus bebidas y licores.
Se nos dijo que la
sílice que tienen esas montañas es de una calidad extraordinaria para fabricar
vidrio y que para la Compañía Bermúdez resultaría de un gran beneficio, toda
vez que las botellas serían más resistentes y de un mejor acabado. La
explotación establece la eliminación de los bosques nublados que allí existen y
el corte de las montañas hasta llevarla a tablas rasas y dejar un gran cráter
sin vida en el área. Lo que llevaría un cambio de clima muy profundo en la zona
y adiós a la vida y a los ríos que allí nacen.
En ningún momento se
dijo nada de los comunitarios que allí han pasado sus vidas por generaciones,
lo que se veía de ese proyecto de “desarrollo y progreso”, era que a los
comunitarios les quedaría una vista y ambiente despoblado e inhóspito y sin
posibilidades de volver a hacer el milagro de hacer parir la tierra. Es decir,
que se estaba cumpliendo uno de los principios del “desarrollo económico”, que
dice: si hay pobres en un lugar que les da ganancia a los ricos, se les puede
excluir como escorias o desechos.
Pensando como un rico
o como uno pagado por las riquezas, esta sería su reflexión: “Esos problemas
sociales, ambientales y de vida en nada les importan ni les preocupan a los
ciudadanos que van a comprar las botellas de “romo”, ellos solo quieren ver sus
potes bien bonitos y llenos con sus licores y son esos los ciudadanos que le
importan a la licorera, los demás son nada”. ¡He dicho!
La lucha de oposición
al proyecto de muerte de Zanzíbar, la lideró Fundasur y la Diócesis de
Barahona. A ellos nos sumamos los miembros de SOEBA y muchos otros ciudadanos y
ciudadanas que respetan la vida y a los ciudadanos por encima de todo.
Tomamos fotos de
daños ocasionados por la intervención de la empresa depredadora, nos unimos a
los campesinos del lugar en su lucha desigual contra ese emporio económico, los
acompañamos a llevar el caso hasta los tribunales. Los lugareños dejaron en
claro que si la empresa insistía en hacerles su vida imposible, que se
preparen para ver caer, desde arriba, sus camiones y cargas o encontrarlos
destruidos por los caminos.
Después de las
abrumadoras pruebas presentadas de los daños que la empresa había hecho en la
zona y de las violaciones a las normas ambientales, solo quedaba su condena y
el pago de los daños al lugar y a la provincia. El tribunal se reservó el fallo
y hasta ahora (de eso hace muchos años) no se ha dado ninguna sentencia. ¡Cuánto tarda la justicia cuando de gente
con dinero se trata!
Hoy y después de
lograr la preservación de Cortico, la vida de los lugareños discurre con
mejores esperanzas. La SOEBA, que ganó el premio “Brugal Cree en su
Gente”, prepara en estos momentos, con
los comunitarios, un proyecto para la visitación y servicio ecoturístico, así
como áreas de diversificación de la producción local, todo con miras a la
mejoría de la calidad de vida y la sostenibilidad ambiental.
Como conclusión a la
línea de pensamiento que llevan estos escritos, debo decir que en los corrillos
del tribunal, muchas personas (¿personas? Uyyy), cuando se estaba en audiencia, se
nos acercaban y nos tentaban diciendo que esas gentes tienen muchos cuartos y
que por qué nosotros no les sacamos algo para beneficiarnos un poco. ¿Ustedes han visto al diablo?
De nuevo, nos
despedimos por ahora,
Rafael Matos Féliz
Por un Desarrollo
Sostenible
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