12 de septiembre de 2016

LECTURAS Y VIVENCIAS DE CARLOS DARÍO (Lunes 12 de septiembre, 2016)

Historia de la Cultura Universal IV

Principio de los ámbitos o círculos culturales

Por Carlos Darío Sousa S.*

Resultado de imagen para leo frobeniusEstos “círculos culturales” o “principios de los ámbitos” fueron expuestos por Leo Frobenius, llamado “La voz de África”, en su obra fundamental “El origen de las culturas africanas” y en la que introduce un nuevo enfoque científico en etnología: el estudio de los “círculos culturales”.

Entre 1850 y 1950 se produjo un encendido debate en torno a la forma en que cabía explicar la uniformidad y la diversidad cultural apreciable entre diferentes pueblos del mundo.

Fue una época en que se plantea el problema clásico en Antropología, explicar por qué algunos elementos de la cultura material y mental, idénticos en forma y función, pueden encontrarse en regiones muy separadas del mundo y entre comunidades que hablan diferentes lenguas y pertenecen a etnias distintas.

Lewis Morgan, llamó a esas fases necesarias y sucesivas “salvajismo, barbarie y civilización”, en una línea evolutiva que iba desde los pueblos primitivos a la sofisticada cultura occidental, planteadas en el contexto de la lucha entre “Evolucionismo y Difusionismo”.

El geógrafo alemán Friedrich Ratzel habla del proceso, que llama difusión,  por el cual unos rasgos culturales se transfieren de una sociedad a otra. Las vías a través de las cuales puede producirse esa transmisión, son los contactos directos o indirectos: las grandes migraciones humanas, la guerra y la conquista, la aculturación, el comercio, los préstamos culturales o las imitaciones. Siguiendo la pista de tales intercambios culturales, los difusionistas buscaban desentrañar la historia de los “pueblos sin historia”, conceptuados peyorativamente así, por no contar con registros documentales.

Frobenius recibió las ideas difusionistas a las que da un paso gigantesco introduciendo un nuevo enfoque científico en etnología: el estudio de los círculos culturales.

Si disponemos de una serie de mapas de África, tomamos dos, en uno marcamos con una sombra de color todos los lugares donde se conservan los granos en silos o cavernas. En otro mapa, marcamos los lugares donde guardan los granos en un hórreo o palafito. En otros dos mapas señalamos los puntos  donde el lecho no se halla sobre la tierra, por el contrario, elevado sobre estacas o pies de madera. En otro, los sitios donde las familias siguen por herencia materna o paterna, y así sucesivamente, cuando se refiere a la vida material o moral de los pueblos africanos. 

Al terminar nuestro trabajo, nos encontramos con un resultado sorprendente. Los sitios marcados no se hallan repartidos al azar. Los lugares donde se usan los silos forman una zona compacta y los lugares donde se utiliza el hórreo, otra. Pero, más todavía, donde la herencia es maternal, forman también una región cerrada y esta coincide exactamente con la de los silos.

En resumen, descubrimos lo siguiente: en cada región existe un repertorio integro de formas culturales –desde el utensilio, religión, lenguas, etnias- exclusivo de ella. En consecuencia, cada producto humano –material, moral- tiene una misteriosa afinidad con todo un sistema de ellos. Y sólo aparece, normalmente, junto con los demás.

Por supuesto, pueden darse coincidencias producto del azar. Pero si en Nigeria, en tierras YORUBAS, nos encontramos con una edificación, una religión, un sistema burocrático, un modo de atar la cuerda al arco y una técnica para fabricar las cuentas de vidrio –idénticas a las que hacían los etruscos- y en general al de las costas del Mediterráneo –no puede atribuirse al azar. Si en lugar de un dato único de conciencia, tomamos complejos culturales, y mejor aún, culturas íntegras, lo fortuito queda eliminado. Una cultura entera no se transmite de pueblo a pueblo. Nace en una región y es expandida por quien la creó. En el ejemplo antes citado, se trata de una cultura colonial. La transmitieron 16 siglos a.n.e., por vía marítima del Mediterráneo al golfo de Guinea. Se trata en suma de una típica transferencia cultural y que llega a esas costas producto de circunstancias especiales, como pudo haber sido el comercio marítimo.   


*El autor es catedrático universitario.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Caracola agradece su disposición de contribuir con sus comentarios positivos, siempre basados en el respeto a los demás y en la ética de la comunicación popular.