Por Porfirio López Vásquez
Con motivo del Día del Padre, en que celebramos o conmemoramos esta fecha, que para bien o para
mal, no deja de ser una figura importante en nuestras vidas. Que de su relación
con ellos en la infancia, van a
depender muchas de las características que hoy nos definen como personas
adultas.
Es cierto que nunca
nos olvidamos de aquellos momentos que nos han brindado de llevarnos al parque los domingos por la tarde, a montar bicicleta,
la
seguridad para andar por la vida, a hacer las tareas.
A ti que eres padre, no te dejes
vencer por el desaliento, no permitas que nadie te quite el derecho de
expresarte, que casi es un deber. No abandones tus ansias de hacer de tu vida
algo extraordinario, porque eres un ser humano lleno de pasión.
Entiendo que no hay
manuales que garanticen ser un buen padre, sin embargo, el amor, el esfuerzo,
la atención, la comunicación, el apoyo y la constancia, ayudan grandemente a
lograrlo.
La ausencia de un padre es
difícil de superar, por eso es importante que cuando están con nosotros les
hagamos saber lo valiosos que son en nuestras vidas, llenarlos de amor y
continuamente reiterarles nuestro agradecimiento por lo que nos han entregado
de sus vidas para vernos crecer.
Un papá es un higo que
parece duro por fuera y es puro dulce en su interior, es un director de
orquesta, es el constructor de un nido, es el maestro de la escuela de la vida.
Los papás tienen la billetera llena de fotos, de tarjetas, de números de
teléfonos, de citas, de compromisos, menos de dinero.
Es por
eso, que en este su día, volcamos hacia nuestro Papá todo el amor que sentimos
por él, lo orgullosos que nos sentimos de tenerlo como Padre, le decimos en
pocas palabras lo que él significa para nosotros.
Este es
el momento preciso para estrecharle un fuerte abrazo y hacer de su día, un
momento inolvidable. Sabemos que a todo Padre le gusta sentirse feliz en este
día, es por eso que en gratitud a todo su esfuerzo, sería lindo que le hagas
llegar hermosas palabras.
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