18 de julio de 2016

Campaña a Destiempo y Ambición Desmedida (Megalomanía)

Por Ilianov Méndez 
Resultado de imagen para personEn el transcurso de los dos últimos años (2014-2016), hemos vistos como en nuestro partido (otrora muy disciplinado) se ha desatado una vorágine de aspiraciones a diferentes cargos electivos, violando las disposiciones estatutarias del procedimiento correspondiente tácitamente establecido en dicho documento rector.
Esta conducta se ha puesto de manifiesto no solo en las estructuras de base de nuestro PLD en las diferentes provincias y demarcaciones
electorales de la geografía nacional, con el caso de miles de compañeros que desde hace años vienen expresando un deseo legítimo, pero desincronizado de ocupar una posición por elección popular, muchos con una real base de sustentación o estructura, otros con teorías sacadas de la NASA y otros, solo con el ánimo de entorpecer los procesos sin el previo análisis de su georeferenciación en el mapa político actual y mucho menos con la clara visión del rumbo que han de tomar. 
La cúpula del partido tiene una gran cuota de culpa de esto, puesto que ellos mismos fueron los primeros en salir al paso de las aspiraciones, evidenciando el proceso ineludible de perredeización"  por el cual va navegando nuestro partido morado.
El 1ro de los compañeros en violentar los procedimientos fue nuestro propio presidente del PLD Dr. Leonel Fernández, quien desde el mismo 16 de agosto del 2012, dejó instaurada su maquinaria electoral que con la proclama hasta pronto líder comenzaron a promover su retorno al poder para el 2016. Infausto esfuerzo. 
Continuando esta dinámica nos encontramos con el Secretario General y a la sazón presidente del senado de la república, Dr. Reinaldo Pared, quien desde esa plataforma congresional lanzó en 2013 sus aspiraciones presidenciales e hizo la respectiva peregrinación por las provincias y municipios de la geografía nacional, algo que nunca en su condición de ejecutivo del PLD había hecho.
Seguimos con el ejemplo de uno de los más conspicuos estrategas de nuestro partido, coordinador general de las seis últimas campañas electorales el Lic. Francisco Javier García, quien obviando el moméntun político, lanzó al aire su candidatura, al unísono de nuestro Secretario general, Otros miembros del comité Político, como lo son Juan Temistocles Montás, Radhames Segura y Rafael Albuquerque, todos hicieron su periplo nacional antes de que el mismo CP dejara abierto el proceso. El resultado todos lo sabemos, ninguno fue escogido candidato del PLD y en cambio quien menos afán tenia, quien menos ruido hizo, fue quien se alzó la presea.
Al parecer, en mi PLD nadie coge cabeza, ni los de arriba (CP),  ni los del medio (CC), ni los de abajo (nosotros), puesto que desde ya y a menos de noventa días de concluido el torneo electoral, se oyen tronar las trompetas que anuncian aspiraciones personales, fruto de la ambición o la megalomanía a todos los niveles electorales, y de nuevo vemos como la maquinaria del León se está aceitando, como se están moviendo los hilos en los equipos de los demás aspirantes y como de entrada nuevamente están soslayando al activo principal del partido y discípulo más aventajado del Prof. Juan Bosch, el Presidente Medina, el hombre del 62%.
La razón debe llegar a los compañeros de todos los niveles y antes de querer ser presidentes, senadores, alcaldes, diputados, regidores o directores de distrito, autoanalicémonos y reflexionemos sobre los retos que enfrenta nuestro partido,  la amenaza latente de la división que está al nivel más de base y aprendamos a esperar que sea el soberano quien demande nuestra participación en un torneo electoral.

Por mi parte, he tenido cientos de dirigentes de toda la geografía provincial expresando su simpatía hacia la construcción de un proyecto electoral para las venideras elecciones y, sin ánimo de desanimarlos ni de descartar la posibilidad, les digo NO ES TIEMPO DE ASPIRACIONES PERSONALES.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Caracola agradece su disposición de contribuir con sus comentarios positivos, siempre basados en el respeto a los demás y en la ética de la comunicación popular.