28 de mayo de 2016

Las Necesarias Reformas en Agenda, Como Base Para Adentrarnos en un Desarrollo Sostenible

Por Mayobanex De Jesús Laurens…Estilo Bloguero
Termina el debate electoral, hay un ganador y la rutina de Palacio 2016-2020 inicia el 16 de agosto, con el nuevo período presidencial. Atrás quedan ya los resabios y amarguras de las derrotas en el ala opositora…hay que trabajar de cara a la realidad que tenemos.
Lo que nos espera…
Con un presupuesto de ingresos y gastos de unos 663 mil millones de pesos, comprometidos con el 50% del mismo para el pago del servicio de la deuda, dejando la restante mitad para los compromisos de los ministerios y las instituciones descentralizadas, incluidos los ayuntamientos, Junta Central Electoral y los partidos políticos, es muy poco lo que se puede lograr para alcanzar un verdadero desarrollo sostenible en la República Dominicana.
Cuál es el reto a que debemos abocarnos…
La nación dominicana tiene que adentrarse en el tránsito de las grandes reformas estructurales que contribuyan atraer inversionistas externos y locales con las mismas, garantizando el clima de inversiones, seguridad jurídica y un ambiente de estabilidad macroeconómica y social.
De qué reformas estamos hablando…
Un pacto fiscal, avalado por los sectores empresariales, comerciales e industriales, gobierno, legisladores, la clase política y los representantes de los trabajadores, que desmonte trabas impositivas, disminuya tasas de impuestos, incremente la base fiscal, establezca los controles de transparencia y compromiso, y que el mismo sea firmado por todas esas fuerzas actuantes, con la asesoría de los organismos internacionales expertos en la rama, tomando como referencia los países con éxito tributario.
Abocarnos a discutir una verdadera reforma laboral, para establecer un gran pacto con la misma, que ponga sobre la mesa de diálogo las trabas que enfrenta el sector empleador y las reales causas de las dificultades para las inversiones externas en ese renglón de costo fijo y variable de los propietarios de negocios, empresarios diversos, industriales e inversionistas de toda índole.
Finiquitar el pacto eléctrico, estableciendo en el mismo las reglas del juego, las leyes que regulan el sector, las bases de costo-producción de energía, la libre competencia en la distribución de la misma y la regulación del mercado energético, para lograr una energía de calidad, a bajo costo, sin que dañe el medio ambiente.
Una reforma al salario, para dejar claramente establecidas las bases de los incrementos salariales, tomando como referencia la inflación anual, el control al tope salarial, las sanciones a las violaciones dispuestas por ley y la escala para ministros y funcionarios de todos los rangos en las instituciones públicas y descentralizadas.
Un gran pacto de planificación, organización, control y fiscalización de obras entre el Gobierno, con las dependencias autorizadas y los ayuntamientos de cada municipio y distrito municipal, para el cumplimiento fiel y cabal del presupuesto participativo, así como la contribución de la Presidencia de la República en las construcciones de obras prioritarias en las comunidades.
Una gran reforma que impulse el sector industrial de nuestro país, verdadero generador de riquezas, para que ese sector se dinamice, modernice, adquiera las tecnologías necesarias y pueda competir con sus productos de exportación en los mercados internacionales, desmontando trabas, dando facilidades de financiamiento, corrigiendo distorsiones fiscales, laborales, jurídicas y de seguridad en el país.
Imprescindible para que las reformas sean una realidad…
Incluir actores de los distintos sectores del país, en sus respectivas áreas, con alto nivel profesional, experiencias y conocimientos acumulados de ambientes externos en los temas a discutir, debatir y aprobar.
Despolitizar las reuniones y discusiones. Poner la agenda nacional por encima del interés particular, partidario o de grupos. Pensar en el desarrollo del país, de cara los próximos diez o veinte años.
A trabajar y dejar la chercha…
Está ya bueno de chercha bullanguera, de reclamar soluciones sin explicar las fuentes de ingresos, de pintar utopías y quimeras sin basarlas en la realidad de nuestros ingresos fiscales. Los estados reciben los recursos de los tributos que pagan los ciudadanos y las entidades. Lo demás es empréstitos y pequeñas donaciones, totalmente insuficientes para nada.
Si queremos enfrentar la situación de incrementos de salarios, salud, educación construcciones de obras prioritarias y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, debemos tener como nación, ingresos robustos, mejorar la calidad del gasto, establecer los controles necesarios para una buena administración y transparencia y vigilar que se cumpla lo que se ha aprobado, para someter por ante la justicia a los que violen las leyes establecidas, y las que se aprueben en este nuevo período gubernamental.

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