Por Porfirio López Cuevas
Como
Líder tendrá que hacer justicia, mediar entre las personas, escuchar a muchos y tendrá, a veces, que dar sanciones,
reprimendas y excluir personas.
Existen
muchas personas que son dependientes, personas a las que le gusta que la
aplaudan siempre, como Líder es muy
bonito que todo lo que hagas sea bueno y a los demás le guste, pero sabes que,
a veces, lo que hace es bueno y es lo mejor, pero a los demás no les gusta y ser
dependiente es creer que si a los demás no les gusta algo,
entonces no está bien,
y a veces tendrás que marchar hacia adelante, independientemente de que a los
demás le guste o no le guste.
Un organización, empresa o grupo, tendrá
cuatro (4) grupos de personas:
Los Incondicionales, que son aquellos que
todo lo que tú dices se lo encuentran bien, van a ir donde usted, van a hacer
lo que lo que usted dice. Tienen respeto por usted y lo siguen.
Los Condicionales, son aquellos que cuando
usted dice algo suelen decir: un momento, creo que eso no es así, creo que
tenemos que analizarlo más profundamente, creo que tenemos que buscar otras
alternativas, otras posibilidades, y ya eso, como Líder, no nos gusta tanto.
Los
Acondicionales, que son aquellos que no importa lo que usted diga, nunca
van a estar de acuerdo, tienen otra opinión, son los que buscan otras opciones
sobre el caso o tema, siempre van a estar en desacuerdo con usted.
Los Indiferentes, son aquellos que
pertenecen al grupo de personas que nunca saben dónde están, éstos suelen decir
frases como: ¿Cómo es posible, hay reunión?, ¿hay juego?, pero es que a mí se me
olvidó y tú no me lo recordaste, no me llamaste, no me lo confirmaste.
El
Líder maduro entiende todo eso y
aprende a trabajar, a lidiar con cada uno de ellos, porque todos son el grupo.
Al Líder inmaduro solo le gusta
trabajar con los incondicionales, porque ellos se lo aplauden todo, pero la
madurez está en trabajar con todos ellos, porque cada uno de esos grupos te va a
aportar en algo, uno en mayor porcentaje que el otro para cumplir los
objetivos, es un conjunto. Si eres dependiente trabajará injustamente, el que
te caiga mal normalmente lo sacarás del grupo y ellos tienen ideas que
aportar.
Cuando
se te presenten los casos o problemas en que tengas que hacer justicia, ten
pendiente que no eres su abogado ni el abogado de la otra parte. Todo proceso
tiene que oír las partes. No eres un fiscal para acusar, no eres un acusado, ni
siguiera eres un testigo. Cuando haya procesos en que debes lidiar entre dos
(2) personas, tienes que dar la oportunidad de escuchar y salirte del problema o
caso, no te debes tomar para ti el problema. Usted debe ser como el juez que
oye a todo el mundo, no se involucra en el problema y no hace juicios
prematuros, un juez da oportunidad y da el beneficio de la prueba.
El
Líder tiene que aprender a ser juez,
si no va a cometer muchas injusticias y va a hacer daño a muchas personas y le
sorprenderá que cuando cree que la razón está de un lado, no está de ese lado.
Cuando dan oportunidad de escuchar a varias personas les sorprenderá de muchas
cosas. No juzgues demasiado rápido, a veces haces juicios premeditados de algo
que se ve sencillo, pero cuando profundiza puede ser otra cosa.
Uno de los casos que el ser humano ve como injusticia, es cuando no es escuchado
abierta y ampliamente. Como Líder, tienes que ser como la justicia o jueces, que
primero escucha detenidamente todo el proceso y se toma su tiempo para expresar
su opinión de caso alguno. Que te cataloguen como los jueces, que son lentos al opinar, pero es una
condición para emitir la mejor de las opiniones en un caso en el que se
encuentren actuando.
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