5 de abril de 2016

El Periodismo Ante dos Grandes Contradicciones

Por Millizen Uribe

Millizen UribeQuizás hoy, como nunca antes, el periodismo mundial, de manera general, y el dominicano, en forma particular, se encuentran frente a un panorama contradictorio.

Por un lado, registra avances excepcionales en relación a recursos y herramientas de trabajo. Internet ha revolucionado extraordinariamente la forma de consumir y producir información, siendo la comunicación una de las áreas donde las nuevas tecnologías han cambiado más las dinámicas.

La revolución digital ha dado mayor cabida a la interactividad en los medios, significando esto mayor probabilidad de democratizar las informaciones.

La posibilidad actual que la ciudadanía reaccione, comente y opine vía las páginas web y redes sociales de los medios supera con creces los pequeños espacios que para estos fines destinaba antaño la prensa.

No obstante, y he aquí una contradicción, al tiempo de los avances tecnológicos, merma la calidad informativa y la ética periodística es continuamente cuestionada.

Se va haciendo más común el mal hábito de reproducir textualmente comunicados del gobierno y departamentos de relaciones públicas, incurriendo en lo que algunos maestros de la comunicación han denominado “periodismo fácil”.

Se renuncia al sagrado deber de contextualizar, poner el background de las informaciones y de no abandonar la criticidad y el contrapeso a los poderes, ya sean fácticos o del Estado, que hizo que la prensa se ganara el mote de cuarto poder.

Ante este panorama, y esta es la segunda contradicción, la apuesta es justamente a la ética. Ignacio Ramonet y Javier Darío Restrepo estuvieron recientemente en el país, participando en el XII Congreso Hispanoamericano de la Prensa, y coincidieron en la necesidad de que lo ético transversalice el ejercicio periodístico.

A decir de Restrepo, verdad, independencia y responsabilidad social deben ser innegociables, porque ante un panorama de tanta incertidumbre para el modelo y negocio periodístico, sólo sobrevivirá el ético.

Mas, tener periodistas que analicen, argumenten, trasciendan el excitar la vista y el oído de la gente, sino que estimulen la inteligencia y la responsabilidad de los ciudadanos con la sociedad, requiere que sean profesionales bien formados y con salarios dignos. Esto no parece interesar ni preocupar a algunos dueños de medios ni al Gobierno y hace a los periodistas vulnerables a ofertas indecorosas y condiciones laborales indignas.

Esto último influye sobremanera en que la ética periodística no esté de moda y que el modelo sea periodistas “showmen” que amasan fama y riqueza rápido y fácil.

Y este es el patrón que hay que superar y trascender porque mientras eso pase este pueblo no tendrá quien le escriba, viéndose mermada la posibilidad de que República Dominicana se erija en una nación auténticamente democrática.

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