4 de marzo de 2016

Barahona 2016-Vientos de Sequía y Lluvia de Promesas

Por Virgilio Gautreaux Piñeyro
La provincia de Barahona tuvo un desempeño decepcionante durante todo el año pasado, al ser golpeada duramente por el cambio climático que inundó de algas el litoral costero, calcinando las lomas, las tierras del valle, reduciendo caudales, secando ríos y diseminando plagas en los cafetales. En efecto, en el 2015 se contrajo la producción de plátano, yuca, hortalizas, caña, frutales, café, carne, leche y la captura de peces. Un verdadero holocausto económico, en una demarcación que luce olvidada.
Quienes visitaron nuestras ciudades y poblados hace 25 años, se sorprenden del aspecto de abandono económico y social que hoy lucen. Comunidades anteriormente bulliciosas y con vigorosa dinámica económica, son presa del silencio. Sus habitantes parecen haber desterrado la sonrisa. 
Consulté varios líderes comunitarios de diferentes poblados de la provincia y la falta de empleos es la queja número uno. Jóvenes frustrados deambulan por doquier sin encontrar trabajo. Huyen de  sus comunidades arropadas en la miseria, el abandono y la desesperanza. Los jóvenes escapan ante el cúmulo de promesas incumplidas, de plazos agotados y proyectos paralizados. 
Mientras en este año electoral llueven más y más promesas, la Roya avanza, se secan los ríos, quiebran predios agropecuarios, baja el empleo, se reduce el agua potable y de riego, se cierran negocios, aumentan los apagones y avanzan las enfermedades infecto-contagiosas. Escapar de este panorama, es la única opción a que apelan los jóvenes barahoneros.
Datos recientes de la Oficina Nacional de Estadísticas, revelan que a Julio del presente año, la Provincia de Barahona tendrá 188,820 habitantes y que para el 2020 ascenderán a 189,177, lo que significa que en los próximo cinco años la población barahonera sólo crecerá en 357 personas!! 
En este peregrinaje los barahoneros no están solos: en los próximos cinco años (2016-2020), la población de la Provincia de Neyba aumentará en 1,400 personas;  la de Jimaní en 2,220 y la de Pedernales en 1,240. Esto significa que en las tres provincias más pobres de la Región Enriquillo, su población crecerá ¡¡más que en nuestra Barahona!!
En lugar de las mismas promesas maquilladas, la colectividad barahonera quiere ver en este 2016 maquinarias y equipos trabajando en la presa de Monte Grande; quiere ver sembradas millones de nuevas matas de café resistentes a la Roya; quiere un puerto de cruceros y uno industrial que mueva toda la carga de la Región y se interconecte con Puerto Príncipe (a unas tres horas por tierra). Los y las barahoneras quieren un vasto programa de desarrollo agropecuario en el Valle de Neyba; un mayor compromiso del Bagrícola con el campo; más apoyo del Banreservas a las medianas y pequeñas empresas. El Sur reclama un  mayor compromiso con el desarrollo barahonero por parte de los Ministerios de Turismo, Medioambiente y Obras Públicas.
Barahona tiene por delante una oportunidad de quitar del medio aquellos Legisladores y Alcaldes que le han fallado durante estos largos seis años. Si votamos por ellos, premiaremos su indiferencia y pasividad.

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